Del mar surge la inspiración, a través de su ojo se capta el realismo de una imagen que se figura como elemento marino y en sus trazos se plasma la esencia de lo antes visto como nunca antes se ha visto.

Carlos Calderón, Pintor del Mar, su obra es luz y se transforma en lo que llamamos un Realismo Mágico.

Indira de Calderón.


SIDDHARTHA GAUTAMA
Tu deber es descubrir tu mundo y después entrégate con todo tu corazón.

Buda.

El orden lleva a la belleza del caracter.

El orden lleva a la belleza del caracter.

viernes, 30 de septiembre de 2011

MARES INTERIORES. Por Katherine Chacón


Carlos Calderón. Mares interiores

Las relaciones del ser humano con el mar -ese misterioso mundo al que accedemos con temor y curiosidad- conforman el sustrato temático de toda la obra de Carlos Calderón, en la que se trasluce claramente su fascinación por las faenas, utensilios y formas de habitar este ámbito que limita cotidianamente con lo insondable: la costa.

La seducción que el mar ejerce en el alma de este artista ha movilizado la creación de un vocabulario de imágenes que se convierten en símbolos del trabajo del hombre en y con el mar y, por ende, de las íntimas, complejas e inmemoriales relaciones del ser humano con el medio ambiente natural. Si bien la naturaleza nos provee, como una madre fértil y cálida, de alimento y cobijo, la perenne lucha del hombre por adentrarse en los misterios que ella resguarda, respetando lo indescifrable, retribuyendo simbólicamente sus ofrendas, temiéndola y amándola, se vuelca en el alma con el sabor de una sapiencia recóndita, muchas veces inenarrable.

En esta vinculación de Calderón con el mar se percibe con claridad el surgimiento de la emoción, como un estado de ánimo que moviliza lo inconsciente, lo memorioso, lo imaginario… Sus obras están cargadas de lirismo y de gestualidad. La pincelada emotiva, el trazo rápido y pastoso, los goteos aleatorios nos hablan de esta energía pasional que otorga a estos cuadros todo su vigor y su calidad plástica. Acertadamente el artista ha señalado que su luz “nace de la oscuridad”, y ciertamente notamos que sus cuadros se alejan del colorido tropical típico de los retratos de la costa, y dan cabida a un acercamiento alterno. Y es que su mirada parte de lo interior, donde las sombras dan paso a una luminosidad callada y lo exterior se transforma en cuerpo e imágenes confusas, desdibujadas, pero poderosamente expresivas.

Por estas razones la inspiración de Calderón parte de los trabajos artesanales de la pesca. En su búsqueda por perseguir los contenidos arquetipales de esta faena tan antigua como el mundo, Calderón viajó a España y pasó un año en el Cabo de la Gata, un lugar de la Costa de Almería, ubicado al extremo sur oriental de la península ibérica. La particular y dramática topografía de la zona, y las antiquísimas referencias que el lugar ofrece sobre la cultura de la pesca artesanal, permitieron al artista ahondar su mirada a este viejo arte, y a vetustas técnicas que, como la almadraba para capturar atunes, conjugan un conocimiento sobre la tierra, el mar, la fauna, el tiempo, las estaciones, el trabajo, y el hombre mismo aventurado en el viaje del vivir.
Katherine Chacón.

NOTA DE PRENSA DIARIO TAL CUAL.

NOTA DE PRENSA DIARIO EL NACIONAL.

NOTA DE PRENSA DIARIO EL UNIVERSAL.

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