Del mar surge la inspiración, a través de su ojo se capta el realismo de una imagen que se figura como elemento marino y en sus trazos se plasma la esencia de lo antes visto como nunca antes se ha visto.

Carlos Calderón, Pintor del Mar, su obra es luz y se transforma en lo que llamamos un Realismo Mágico.

Indira de Calderón.


SIDDHARTHA GAUTAMA
Tu deber es descubrir tu mundo y después entrégate con todo tu corazón.

Buda.

El orden lleva a la belleza del caracter.

El orden lleva a la belleza del caracter.

martes, 19 de octubre de 2010

EL MAR A GRITOS Florangel Rodríguez








El mar a gritos
Caracas, 1.972


Tengamos en cuenta que, en el quehacer artístico, llega el momento en que hay que elegir el camino a seguir, bien sea escogiendo particulares elementos del oficio, vale decir, los materiales de trabajo para dotar de textura o color la superficie trabajada; pongamos por ejemplo la paleta de Van Gogh, el informalismo, o ya sea la perseguida originalidad, o acercándose a grandes tendencias, como pudo ser la abstracción, que acoliten la fama, que se quiera o noo, es asunto importante.
Y allí caemos, creyéndonos lejos de todo contacto y que nunca nos tocan las influencias de otros artistas o maestros.
De pronto, todo ese periplo se ensancha y aparece sigilosa la naturaleza, hasta que nos moja los pies y la llamamos: Mar. Con él, sus ropajes, su indumentaria, sus instrumentos, sus sonidos sus colores, sus habitantes por fin. Su forma de enseñar, sus límites y con ellos su infinito movimiento.
Aquí entre nosotros, por voluntad propia, aparece con una aquilatada fuerza de expresión, Carlos calderón, quien tiene en su haber, parte del Mediterráneo, Costa de levante de España, Cadaqués, Francia, Tarifa y Marruecos, a la búsqueda de otras miradas de aquéllas bóvedas abigarradas en luz y forma.
Pero antes, toma por empeño esta orilla triangulada de mar, con sus aperos y sus sones, que según dice la historia, llamaban Paraguachoa.
La obra de Calderón tiene que ver en su totalidad con la vida del hombre inmerso en el mar, lecho donde construye su simbología, recrea su nomenclatura, nos habla de peñeros, de hélices, de pesca artesanal, de redes, de cascos, de altura, de proa y popa, de vientos a babor y a estribor, de maderos de siento, canaletes y de remos. Y también del amarre del tiempo navegando a veces invisible para muchos. Lo que no se puede esconder en su obra es el lenguaje del color y el tratamiento de las texturas sobre dobles superficies, que descubren nuevos elementos en los vanos de una ancestral embarcación.
A la fecha, 2000 / 2010, Calderón ha descubierto importantes caminos, una década prodigiosa en su oficio de artista plástico y con el mar a gritos, descubrimos al artista que escogió esta geografía para quedarse.
Bienvenido Carlos Calderón a los espacios del Centro de Artes Omar Carreño de la Asunción.
La Asunción, 7 de Octubre de 2010.
Florangel Rodríguez V.
Curadora
I.A.C.E.N.E.

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